Fundación
San Cayetano del Mar
-18 bis)
Hipótesis de base para
Normativas internas relativas al servicio de
alimentación
(38 hipótesis)(Trabajo original presentado el 8/10/11)
Consideramos que
es muy importante que la Nutricionista conozca los detalles operativos y
normativos de la organización directiva de una institución de salud, por cuanto
su actividad profesional se verá beneficiada, cuando las normas internas establezcan
claramente las pautas laborales, vinculares, jerárquicas y operativas. En este
orden, estas hipótesis intentan “informar” sobre nuestras observaciones y
experiencias, con el objeto de facilitar el perfeccionamiento de las directivas
internas, sus alcances, su documentación y procedimientos.
Hipótesis 1:
“Se observan
prioritariamente dos grupos etáreos claramente definidos, los “institucionalizados”, denominados como
residentes, internados o pacientes (depende del grado de complejidad que la
institución decida para sí misma), y los “clientes”, que son los familiares directos, parientes o amigos, que
asumen la responsabilidad de alojarlos y firman los acuerdos pertinentes a
tales fines, con el objeto de establecer el “acuerdo marco” o contrato, que regulará
la relación del cliente y del prestador del servicio”.
Hipótesis 2:
“Los clientes,
en general, no presentan variables destacables que pudiesen establecer grupos o
categorías, y sí pueden eventualmente, formular reclamos individuales o en
conjunto, fundados en el sentido común o en las formalidades contractuales
oportunamente acordadas”.
Hipótesis 3:
“La población de
residentes o internos, presenta dos grandes grupos claramente definidos, por
aquellos “internos autónomos” en
diferentes grados de lucidez, motricidad y equilibrio homeostático en general;
y por los que demandan asistencia para cumplir con sus funciones vitales
elementales, que podrían denominarse “asistidos”,
con un amplio espectro de morbilidades propias del momento biológico, o bien particulares
relativos a cada persona”.
Hipótesis 4:
“La amplitud de
la brecha entre ambos grupos, atentaría de forma directamente proporcional con
los resultados de la refuncionalización rehabilitante, especialmente en la
convivencia diaria de ambos, al afectar de forma primaria el estado emocional
que, en general, la población pudiese tener. Será claramente más complejo
rehabilitar a aquellos funcionalmente “más enteros”, en el marco de personas
funcionalmente más deterioradas, especialmente en la convivencia de ambos
grupos.
Hipótesis 6:
“Por lo expuesto precedentemente, es altamente recomendable
la instauración de dos días de admisión,
donde el equipo reunido, con su Jefe presidiendo, pudiese evaluar y establecer
los elementos de proyección relativos al trabajo con el nuevo paciente, a los
fines de los acuerdos contractuales pertinentes entre la partes presentes”.
Hipótesis 7:
“Desde el punto
de vista dietoterápico, la anamnesis alimentaria inicial desarrollada por la
Nutricionista, debería ser evaluada por la máxima autoridad o por el médico
jefe del equipo interdisciplinario, conjuntamente
con otros informes de otras áreas, para garantizar la calidad potencial del
servicio, asegurar las condiciones de dignidad que la atención brindará al
interesado, y descartar las posibilidades que, por carencias institucionales no
previstas, llevasen a alguna situación del tipo “culposa” en el accionar del prestador”.
Hipótesis 8:
“Una vez
admitido, el paciente debe ser atendido en todas y cada una de las demandas que
oportunamente presentase, previamente acordadas o por instancia circunstancial
lógica, de acuerdo al contrato firmado,
y/o hasta que fuese oportuno aplicar las cláusulas de recesión correspondiente,
en el marco de la “gestión de
desvinculación” o bien, si fuese necesario recurrir a prestatarios de mayor
complejidad, en busca de respuesta a las necesidades fisiológicas planteadas.
Estos actos, estrictamente documentados, serán la constancia fehaciente del
cumplimiento del “acuerdo inicial”.
Observación:
Un paciente “mal
institucionalizado” podría generar una demanda inalcanzable para las
posibilidades de la empresa, para todas
la áreas y especialidades incluida particularmente la alimentación, por
cuanto los actos de la evaluación del ingreso, implican la necesaria dedicación
y profesionalismo, con el objeto de garantizar el bienestar del paciente, la
tranquilidad de su familia y el cumplimiento de los acuerdos realizados.
Hipótesis 9:
“El servicio
tercerizado por demanda, ambulacias y atención de emergencia, deberá ser
estrictamente tipificado en cada caso, a los fines del acuerdo contractual que
se entendiese corresponder.”
La alimentación
debe ser acordada específicamente, en aquellos casos en que se requiera de
alimentación especial y cuidados dietoterápicos particulares, debidamente
definidos y con la Nutricionista en acuerdo con los términos planteados.
Hipótesis 10:
“Las personas de
la tercera y cuarta edad son, en general, inestables homeostáticamente, por
cuanto la observación institucional de los mismos (siempre respetando la
dignidad de cada persona), debe ser diaria escalando eventualmente al grado
de semi permanente. La maniobra dietoterápica no escapa a esto, por cuanto el
menú debe ser observado y oportunamente corregido cada 72 horas, en función de
los registros pertinentes de catarsis, diuresis, tensión arterial, síndromes
gripales y otros que se considerasen importantes, con el concurso y
conocimiento del médico Jefe, principal responsable de la atención clínica de
la población”.
Observación: Por lo expuesto, en instituciones de salud, el menú será en
todos los casos “orientativo”, y
aunque su desarrollo implica el carácter de “orden del servicio” cuyas alteraciones deben ser salvadas en los
libros de guardia diaria correspondientes, la presencia de “comidas alternativas” debe ser siempre
una herramienta disponible, por cuanto es pertinente desarrollar no menos de
cuatro de ellas, como mínimo y en los siguientes casos: 1) Contingencias Hipertensas, 2)
Contingencias Hiperglúcidas, 3) Contingencias
Hipoenergéticas y 4) Necesidades de
incremeto del pool de aminoácidos en sangre.
REFLEXION:
Lo que sigue es una apreciación personal y nada más que eso. Los cuidados paliativos no son exclusivamente aquellos que ayudan a que una persona extinga su vida de la mejor forma posible. ¿Cuál sería la mejor forma de morir? El concepto de “cuidados paliativos” se encuentra sumergido en un muy amplio horizonte de subjetividades y, aún siempre subordinados a la estrategia que marca el médico, incluso con el consentimiento informado del paciente y el aval documentado de la familia, la tarea del nutricionista requiere de una exhaustiva observación del caso y una activa participación en el bienestar del paciente, tratando siempre dentro de los parámetros de su competencia, de buscar aquella vía alimentaria que ayudase al equilibrio que, eventualmente, permitiese la recuperación del paciente. Las personas no se alimentan para morir, naturalmente se come para vivir. Por cuanto, no por “paliativa” la alimentación debe ser desordenada, insípida y sólo inspirada en las necesidades fisiológicas del momento. No permitamos que nadie se muera sin haber agotado los recursos nutricionales que tuviésemos a mano, en el marco de la complejidad en que trabajemos, exponiendo claramente ante las autoridades nuestro punto de vista, con fundamento científico y ante quien fuese necesario. Todo esto, en orden a evitar “rozar” con el juramento realizado ante nuestros Colegios, especialmente aquellos que lo hicimos ante la idea de Dios y… además, simplemente colegas, porque nosotros mismos podríamos ocupar el lugar de este paciente en algún momento de nuestra vida… algún día.
Lo que sigue es una apreciación personal y nada más que eso. Los cuidados paliativos no son exclusivamente aquellos que ayudan a que una persona extinga su vida de la mejor forma posible. ¿Cuál sería la mejor forma de morir? El concepto de “cuidados paliativos” se encuentra sumergido en un muy amplio horizonte de subjetividades y, aún siempre subordinados a la estrategia que marca el médico, incluso con el consentimiento informado del paciente y el aval documentado de la familia, la tarea del nutricionista requiere de una exhaustiva observación del caso y una activa participación en el bienestar del paciente, tratando siempre dentro de los parámetros de su competencia, de buscar aquella vía alimentaria que ayudase al equilibrio que, eventualmente, permitiese la recuperación del paciente. Las personas no se alimentan para morir, naturalmente se come para vivir. Por cuanto, no por “paliativa” la alimentación debe ser desordenada, insípida y sólo inspirada en las necesidades fisiológicas del momento. No permitamos que nadie se muera sin haber agotado los recursos nutricionales que tuviésemos a mano, en el marco de la complejidad en que trabajemos, exponiendo claramente ante las autoridades nuestro punto de vista, con fundamento científico y ante quien fuese necesario. Todo esto, en orden a evitar “rozar” con el juramento realizado ante nuestros Colegios, especialmente aquellos que lo hicimos ante la idea de Dios y… además, simplemente colegas, porque nosotros mismos podríamos ocupar el lugar de este paciente en algún momento de nuestra vida… algún día.
Hipótesis 11:
“Por lo expresado anteriormente es claro que, en determinadas circunstancias, la atención dietoterápica irá de semi intensiva a intensiva (incluso en baja complejidad y con alimentación exclusiva por boca). Esto es una realidad que opera diferencias fundamentales en la evolución de determinados síndromes patológicos propios de la vejez; considerando los abruptos cambios en los parámetros vitales y sus consecuencias, deben ser controlados farmacológicamente por el médico, acompañados sinérgicamente por la administración de alimentos que coadyuven a la estrategia fisiológica planteada, en aquellos cuadros emergentes que afecten al normal balance de los internos, observando y eventualmente ajustando la dieta ante cada cambio efectuado por el médico, previo planteo del ajuste alimentario por ante el mismo."
Concretamente,
cada cambio farmacológico amerita la observación y eventual replanteo de la
alimentación del paciente. La alimentación debe ser, necesariamente,
sinérgica con la farmacoterapia, por lo que es clara la necesidad de
conocimientos amplios y arraigados por parte de la Nutricionista, lo que
actualmente se obtiene con la práctica, la consulta y el estudio del tema en
forma particular e individual.
Hipótesis 12:
"Es
necesario definir genéricamente el tratamiento del paciente que ingresa, o bien
redefinirlo conforme su evolución interna (sea positiva o negativa),
para poder dar Marco Teórico a la
Dietoterapia que acompañe la estrategia médica, y Marco Jurídico al accionar formal y legal de la Institución, de
acuerdo a tres posibilidades:
1) Atención
Ordinaria o Refuncionalizante (AOR).
2) Cuidados Paliativos Pro Curativos
(CPC).
3) Cuidados Paliativos Terminales (CPT).
Es muy
importante definir los "marcos"
previamente mencionados, con el objeto de facilitar la aproximación técnica que
fuese pertinente y, eventualmente, deslindar las responsabilidades que, por
"presuntas negligencias" o
por la figura de "mala praxis
institucional", fuese acusada la entidad para la que trabajamos.
Hipótesis 13:
“Considerando que el ENVEJECIMIENTO
EXITOSO y la HISTORIA DIETÉTICA
ALIMENTARIA del paciente, en general, tienen una injerencia vital muy
importante, la ANAMNESIS ALIMENTARIA,
en presencia y con la ayuda de familiares o responsables cercanos al paciente,
será de importancia superlativa en la consecución de un tratamiento adecuado a
las necesidades del causante, y el posible incremento de su calidad de vida.”
Hipótesis 14:
“Los pacientes añosos tratados en sus domicilios,
invariablemente, evolucionan mejor y se mantienen más estables, en el marco de
sus afectos y en uso de “sus cosas de
siempre”. Esta práctica es recomendada, cada vez que fuese posible hacerlo,
por cuanto es altamente conveniente que “toda
institución propicie la continuidad del tratamiento en el domicilio, con la
presencia del mismo equipo interdisciplinario”, y con rutinas adecuadas,
dinámicas y no invasivas de la privacidad familiar, cada vez que se pudiera
implementarlo y hasta donde esto fuese posible.”
Se observó cómo
inconveniente, el cambio del Equipo Interdisciplinario de atención del geronte,
a la luz de episodios de estrés importantes, en función de la readaptación a
las nuevas modalidades de otro equipo de profesionales. Por esta razón, propiciamos
la continuidad del tratamiento en el domicilio del anciano, toda vez que esto
fuese posible y beneficioso para el paciente y para su núcleo familiar.
Es posible convivir con el paciente, en armonía y naturalmente, incluso una
gran parte de ellos demandan regresar a sus hogares, y es función del Equipo
Interdisciplinario, hacer que esto se desarrolle con naturalidad y armonía, funcionalmente
y para bien de la calidad de vida del paciente y de su entorno. Recordemos
que, el paciente en general, merece regresar a “su lugar” y con “su gente”,
lo que debe allanarse con profesionalismo y naturalidad, toda vez que fuese
posible y positivo para todos. La dignidad de las personas debe ser una
variable presente en las estrategias del tratamiento a aplicar.
Hipótesis 15:
“Considerando el
estudio realizado y la consecución posterior del mismo por el lapso de tres
años, nos permitimos sugerir que, a las conocidas fases de la alimentación (ingestión, digestión, absorción y asimilación), en el marco de la tercera y cuarta edad, en
domicilio o institucionalizados, se le agregue una quinta fase a observar, a la
que denominaremos ABSORCIÓN HÍDRICA,
que tiene una importancia vital en la calidad de vida del geronte, a la luz de
la falta de “sensación de sed” y a
la irregular absorción de agua que es común observar en estos pacientes.”
Hipótesis 16:
“Se observó que, en general, el ritmo circadiano alterado es
muy común en estas poblaciones, producto de metabolismos alterados, por malas
costumbres alimentarias o propios de determinadas patologías instaladas o en
desarrollo, por cuanto el manejo de determinadas infusiones (por la carga de
cafeína y otros similares), debe ser debidamente regulado, especialmente en
“horarios y/o situaciones de ingesta”,
para evitar antagonizar con la medicación prescrita y a los fines que la
conducta médica indicase".
Hipótesis 17:
“Los opioides
son conocidos causales de constipación (generalmente por hipomotilidad
intestinal), por lo que será necesario prever los impulsos estimulantes
necesarios, adjuntos a la comida del paciente o formando parte de ella, desde
el agregado de fibras hasta la regulación de las combinaciones astringentes. La
escalera analgésica, desde el Paracetamol o el Ibuprofeno, hasta la Morfina y
finalmente la Metadona, debe ser acompañada por la dietoterapia,
sinérgicamente, ajustando sus variables y en todo momento”.
Hipótesis 18:
“El ambiente donde el anciano se alimenta, debe ser calmo y
armónico, amable, tenue si es necesario y libre de excesos de estimulación
sensorial exacerbada”.
Observación:
Los
profesionales actuantes, de todo el equipo interdisciplinario de salud, deben
observar y responsabilizarse por el trato que reciba el paciente de parte de
las/los auxiliares, evitando que sea dañada la dignidad de estas personas, a la
luz de las limitaciones propias de estos momentos biológicos.
Hipótesis 19:
“Preservar el peso y la constitución corporal del paciente de
la tercera y cuarta edad, no será el único objetivo del trabajo dietoterápico;
el alcance de la dietoterapia trasciende el desarrollo planificado, que
involucra a los alimentos en relación a las necesidades fisiológicas, para
alcanzar el plano espiritual de la persona y la consiguiente adaptación a sus
creencias (incluso las fundadas en mitos que mantuvo durante toda su vida),
sus preferencias y sus posibilidades de acceso alimentario”.
Observación:
Un ejemplo de lo expuesto podría ser, ante la
presencia marcada de disnea, el control de los Hidratos de Carbono, ayudará
paliativamente a la conducta estratégica establecida por el médico, sin dejar
de considerar la importancia de la energía en estos estadios biológicos. Otro
ejemplo podría venir desde la necesidad proteica, en forma de suspensión en dieta
líquida, donde la carne participante del licuado no fuese de aquellas que
afectasen las creencias dogmáticas del paciente.
Un ejemplo
final, la anorexia en tercera y cuarta edad (por llagas, Síndrome
Caquéctico, disgueusias, sequedad bucal, disfagia y nauseas, entre otras),
está marcadamente presente en la población, por cuanto se imponen las conductas
paliativas al respecto, preservando las preferencias del paciente hasta donde
fuese posible, a la luz de “placer de
comer”, que se debe mantener hasta la última comida.
Hipótesis 20:
"En nuestra
realidad actual, a partir de los 40 años en las comunidades occidentales
desarrolladas o en vías de desarrollo, las personas comienzan a diferenciar
marcadamente y en general, la "edad
cronológica" con la "edad biológica"; la diferencia entre
ambas tiene un estricto correlato con la "historia alimentaria" del individuo humano (entre
otras variables de diferente jerarquía), y en la tercera y cuarta edad esto
se magnifica, siendo de fundamental importancia que la Nutricionista comprenda
el principio básico de esta idea, con el objeto de integrar a la estrategia
dietoterápica la apreciación de las capacidades "digestivo absortivas" y el estado del "metabolismo basal" del paciente,
como una herramienta fundamental de asesoramiento al Jefe del Equipo
Interdisciplinario, lo que orientará con mayor precisión la conducta que el
médico tomará en cada caso."
Hipótesis 21:
"En la 3ra
y 4ta edad en INSTITUCIONALIZADOS, los menús serán denominados básica o
genéricamente, en función de dos momentos del año calendario, con dos
características ESTACIONALES y diferenciadas, a saber:1) Menú de Primavera y 2) Menú de Invierno."
No se justifica
desarrollar cuatro variantes siguiendo la estacionalidad del año calendario,
por cuanto con las características alimentarias de la primavera podemos abordar
el verano, y con las del invierno el otoño, considerando siempre la tercera y
cuarta edad. Esto simplifica la operación logística, al menos en nuestra región
y, en general lógicamente en culturas occidentales, al sur del trópico de
Capricornio y también al norte del trópico de Cáncer. Esto simplifica la
complejidad que impone la programación de compras, parqueo de alimentos y
estandarización de menús, y no aporta variantes bioquímicas y fisiológicas
significativas al estado de la población que se trata.
En líneas
generales y en régimen alimentario básico poblacional, del que escapan las
variantes particularizadas que en cada caso fuesen pertinentes, de acuerdo a
nuestra experiencia, es positivo proceder simplificando de esta forma.
Hipótesis 22:
"La
Institución definirá, desde el punto de vista de la atención dietética y
dietoterápica, su carácter de:
1) Régimen Alimentario Abierto (RAA) o, 2) Régimen
Alimentario Cerrado (RAC)."
La
característica del RAA es la
posibilidad de que los familiares ingresen alimentos y comidas, en determinados
momentos del día o durante toda la jornada, para compartir libremente con los
integrantes de la población. Es natural que al llevarle algo a un abuelo, este
invite a otros abuelos, y todo esto hace que el control estadístico de, por
ejemplo, glucemias y presión arterial, sufra algunas modificaciones, que
estarán más allá de los esfuerzos de la Nutricionista y del equipo de salud en
general.
Un RAA
Limitado sería, por ejemplo, el "carácter
abierto" sólo en determinadas circunstancias, una vez por mes a los
fines de festejar los cumpleaños de los integrantes de la población, o con
motivo de determinadas festividades. Probablemente y a los fines operativos y comerciales, este
fuese el más adecuado, no siendo procedente la
observación estadística por esa jornada, ya que naturalmente esta se verá
alterada.
El RAC es conveniente cuando se quiera
tener un mayor control con relación a la tarea de salud que se desarrolla
poblacionalmente pero es, por cierto, más distante de la "flexibilidad" que buscan los
clientes en general.
La combinación
de ambos (RAA + RAC), con sectores bien demarcados (porque no pueden compartir
la misma mesa en función de las limitaciones de cada uno), puede ser una opción
de servicio muy interesante, siempre que las instalaciones lo permitiese.
Hipótesis 23:
“En el marco de
una “atención de calidad” (que es
la mínima que todo interno debería recibir siempre), es necesario
comprender que, el camino de la “excelencia
en el servicio”, está signado por la “atención
personalizada” en “todo momento y en
todo lugar” donde exista responsabilidad institucional. Ni los pacientes ni
las situaciones son siempre iguales, y por ello la atención no puede ser
estandarizada o “para todos igual”,
hasta un límite en que exceda la complejidad del establecimiento, y sea
entonces necesario requerir el concurso de otras empresas, en respuesta a las
nuevas demandas del paciente”.
Hipótesis 24:
“Es conveniente
y también necesario, revisar las características y los alcances del menú
vigente cada 72 horas, en función de la “evolución
poblacional”, con el fin de ajustar en general las variables que resultasen
convenientes, documentando fehacientemente todo lo actuado en los libros
habilitados para tales fines.”
Hipótesis 25:
“El menú
establecido en este tipo de instituciones, será siempre he invariablemente un “PLAN SUGERIDO” que se intentará llevar
a cabo, en virtud de las variables (estacionales, de parqueo, de entrega,
etc.) y, además, porque cada 72
horas se revisará el mismo en función del estado de la población (catarsis,
diuresis, glucemia y curvas de hiper tensión arterial, entre otras), lo que
podría hacer necesario el cambio del mismo, por lo que se establece la
documentación donde el cambio será debidamente anotado.”
Sugerimos ver el
proyecto "CONTRALOR BROMATOLÓGICO",
en nuestro sitio, que entrega una lista importante de probable documentación
afectada a la actividad alimentaria y nutricional, que Usted puede adaptar a su
institución. Este se encuentra en la pestaña “Seguridad Alimentaria” y está a
su disposición.
Hipótesis 26:
“El menú es un
documento de la estrategia médica institucional, nadie puede cambiarlo sin el
concurso de la Nutricionista, responsable final de la alimentación de la
comunidad.”
Los cambios
relativos a las necesidades propias de la producción, o a las órdenes de
superiores institucionales, serán asentados en los libros que a tal fin
estuviesen disponibles, con el visado de la Nutricionista cada vez que fuese
intervenido. Fuera
de lo planificado por la Profesional de la Nutrición, la responsabilidad de
esta queda reemplazada por la de quien asumió u ordenó los cambios efectuados. Los
cambios deben ser fehacientemente detallados en los libros correspondientes.
Hipótesis 27:
“El momento de la comida, amenizado pertinentemente en torno
a ella, recurriendo a herramientas altamente significativas, emotivas y afectivas
para el grupo de abuelos que se alimentan, dará resultados altamente
satisfactorios, que se podrán evaluar en curvas analíticas tales como,
satisfacción de la población, descenso de glucemias y control de la tensión
arterial. El buen humor, especialmente relativo a los intereses y a las cosas
cotidianas de la población, será fundamental en el efecto trófico de la
alimentación en general.”
Hipótesis 28:
“El primer plato
será (salvo directivas particulares) sopa. Esta podrá tener fideos pero,
preferentemente, su base se obtendrá de verduras y carnes, naturalmente,
evitando los concentrados industriales por su alto contenido de sodio. A este
plato podremos denominarlo “plato
húmedo”. El segundo plato o plato principal, podríamos
denominarlo “plato seco”
en función de su contenido y comparado con el primer plato. En este caso,
proponemos que este no tenga nunca menos de tres colores, ya que la
presentación en relación a la “fase
cefálica” del proceso digestivo, es superlativamente importante en las
personas de la tercera y cuarta edad”.
Hipótesis 29:
“La dietoterapia
en aquellas instituciones que alberguen a personas de la tercera y cuarta edad,
debería tener un mínimo de tres documentos operativos, a saber:
1)
Menú General: Observado y eventualmente
replanteado cada 72 horas.
2)
Plan de Opciones dietoterápicas primarias de
emergencia: A la vista del personal de producción del Sistema de
Alimentación, y a disposición del médico jefe de la institución. Este punto es
relativo a la Hipótesis 10.
3)
Registro de lo actuado dietoterapicamente:
Para dejar constancia fehaciente del trabajo del Profesional de la Nutrición y
del equipo que dirige.
Y toda otra
documentación y registro que los directivos institucionales o que el médico
jefe entendiese corresponder, y ordenasen desarrollar.
Hipótesis 30:
“La dignidad de
las personas integrantes de la población, debe ser una prioridad de los
empresarios, profesionales y trabajadores de la institución geriátrica. Una
forma de consolidar este concepto es facilitar lugares y elementos que se “sientan como propios“ en el contexto
institucional, por ejemplo, mantener
permanentemente el lugar en la mesa y la silla que el residente hubiese elegido
para sí mismo, tanto como identificar sus vasos y cubiertos con su nombre, o
con el apelativo que le agrade para ser identificado.”
Este punto es
redundante de la Hipótesis 17, extendiendo el concepto a un ejemplo particular
muy observado en estas instituciones.
Hipótesis 31:
“La integración
de celíacos e hipoacúsicos no implica demasiada extensión en la atención de
cuidados primarios, siempre que el Cuadro de Profesionales esté en condiciones
de “instruir pertinentemente” al
personal auxiliar de servicio de la institución, especialmente en el área de
Nutrición, donde el Profesional y sus asistentes deben conocer profundamente
las patologías y sus tratamientos pertinentes.”
La admisión
de celíacos e hipoacúsicos debería ser naturalmente normal en cualquier
residencia geriátrica, donde el paciente presentase las condiciones elementales
que la institución exigiese, considerando que ambos casos mencionados no
inhiben la autonomía de la persona, aunque sí la adaptación funcional de
auxiliares y profesionales.
Hipótesis 32:
“La concepción
interdisciplinaria de los integrantes del equipo de Profesionales
Universitarios, es fundamental en el desarrollo de la estrategia médica, por
encima de las ideas particulares o de los intereses personales de los miembros
de este equipo, donde por lo general, el médico es el Jefe o Director del
mismo.”
La “diversidad ética” es promotora de divisiones en los
cuerpos productivos o colegiados, por cuanto está absolutamente demás y es
altamente contraproducente en los equipos Interdisciplinarios de Salud. La
activa y sinérgica concurrencia de voluntades y saberes de cada uno, detrás de
la estrategia del miembro director, será sustancial en la consecución del
objetivo de salud que se persigue.
Hipótesis 33:
“Es muy
importante “CUIDAR AL QUE CUIDA”,
por consiguiente la educación permanente, conjunta y personalizada
del equipo de trabajadores por parte del equipo Interdisciplinario de
Profesionales, mediante la actualización y el soporte técnico, en la forma de
cursos sistematizados o con cartelería pertinentemente dispuesta, hace al “ambiente de trabajo”, que se traduce en
la calidad de la atención final que llega al residente.”Educar, es cuidar.
"La
falta de educación hace inimputable al empleado". Dice el Lic. O. Ortsác.
Hipótesis 34:
“El residente
autónomo, muchas veces está sometido a una especie de “privación legítima de su libertad”, promovida por sus
representantes legales naturales (sus hijos, amigos o parientes), que
amerita el trabajo personalizado de los profesionales del Equipo, por cuanto
esta privación no contribuye (aunque sí garantiza la seguridad del interno)
con la evolución positiva (facilitando la continuidad biológica y funcional
del paciente) que, generalmente, se espera incrementar en cada residente.” Hipótesis 34:
Este es un tema
complejo que hay que abordar y definir en el marco del Equipo Interdisciplinario.
Una forma interesante de abordar el tema es plantearse, ¿qué sucedería si yo fuese el paciente? Tengo mi libertad
“acotada”, no puede hacer lo que quiero, ¿es justo esto?
Es entonces,
absolutamente necesario encontrar la “adecuada dimensión” a la tarea del
cuidado de los pacientes, intentando “socializarlos” mediante actividades
internas programadas, de interés de la población, que generen expectativas
positivas, y con la participación de los profesionales pertinentes. La comida debe acompañar esta estas expectativas positivas
(de hecho lo hace), y los pacientes
esperan el día que corresponde determinada comida con especial interés. No hay
que defraudarlos y si ocurriese algún cambio, la Nutricionista deberá asumir la
responsabilidad y explicar claramente qué fue lo que sucedió y los detalles que
fuesen concurrentes.
Ninguna institución de este tipo debería
ser un depósito de personas añosas.
Hipótesis 35:
“El Plan de
Evacuación en Emergencias de la Población, deberá contemplar cada detalles que
haga a la seguridad de los residentes. Durante la noche, las condiciones de
evacuación se complejizan, porque una parte importante de la población toma
fármacos para conciliar el sueño y esto, contribuye a ralentar la reacción en
el caso de alguna emergencia. Por esto, la planificación debe contemplar, desde
la movilización hasta la “puesta en
seguro”, de lo más importante que contiene el edificio, las personas.”
La prioridad
será siempre, PRIMERO LA VIDA DE
LAS PERSONAS Y LUEGO LAS PERTENENCIAS MATERIALES; por esta razón, la “movilización y puesta a resguardo de los
residente”, será prioritaria al ataque del siniestro en sí. La relación
dietoterápica será conceptualmente, “PRIMERO
HIDRATAR A LA POBLACION”, luego y mientras llega el Personal de
Profesionales, se ofrecerán bebidas calientes y, en todos los casos, ALIMENTACION
LÍQUIDA.
Finalmente, todo
esto tiene que ver directamente con la preparación que el personal de
cuidadores y auxiliares tenga, actualizada y practicada en forma permanente.
La previsión del
movimiento de personas internadas, especialmente desde pisos elevados y
considerando que, ante un incendio no es posible el uso de ascensores, es una
de las prioridades medulares del PON (Plan
Operativo Normal) de evacuación, que controlan las Secretarías de Seguridad
Municipal a lo largo de toda la región. Recordamos que los sedantes dificultan
la reacción de los internados, por cuanto debe preverse el traslado y el
descenso sin mucha colaboración de las propias personas. Nuestra Fundación, San
Cayetano del Mar, cuenta con un extenso trabajo al respecto, que ponemos a
disposición de quien entienda necesitarlo.
Hipótesis 36:
“Hay dos grandes
superestructuras que sostienen la calidad del servicio en estas instituciones,
la primera es “la atención personalizada
del residente” sus necesidades generales poblacionales y sus demandas
particulares, que tiene que ver con la “hotelería”
y el nivel que a ella se aplique; y la segunda, es “la saborización, adecuación y suficiencia de la alimentación”, a la
luz de que el “acto de la alimentación”
constituye un “momento muy importante”
en la jornada del anciano residente y, considerando que, el Síndrome Metabólico
es la más popular de las patologías, por cuanto no es aconsejable el empleo del
sodio en la saborización de las comidas, se hace altamente necesario la oferta
de una “batería de sabores exentos de
sodio”, con el objeto de complacer adecuadamente el paladar de los
residentes”.
Una
anécdota de la experiencia profesional:
Una noche, como
tantas otras, llego a la institución geriátrica donde trabajo y, encuentro a la
población en general, contrariada porque…
_Los
ravioles están duros, no tienen gusto a nada y no se pueden comer.
Pruebo la comida
y estaba buena en calidad y abundante en cantidad.
Claro, la salsa
(de color rosado para variar la presentación de la comida), no tenía sal
y el gusto predominante estaba dado por el tomate. Sobrevino el reclamo de “un
poco de sal” y una residente me dijo que,
_La
sal es sinónimo de dignidad; ¿Usted qué se cree que somos nosotros?, ¿Cómo
podemos vivir sin comer?
Como de
costumbre, los abuelos exageraban a favor de ellos pero… me di cuenta de la
necesidad de ofrecer una batería de “intensos sabores”, que no tuviesen
sal y… cuya fórmula se sostuviese en el tiempo, para lograr la “habitualidad”
en el saborizado y el descarte de la necesidad del agregado de sal, en
cualquiera de sus formas.
Esta adecuación
es perfectamente alcanzable luego de un “plan sistemático” sostenido durante 45
días, que tuve que desarrollar a partir de esta situación y que consiste en
reducir paulatinamente, cada 10 días, la cuota de aquellos saborizantes
inconvenientes. Aprovechando el recambio celular epitelial de la lengua (muy ralentado en la cuarta edad), al
cabo del tiempo mencionado pude obtener muy buenos resultados a esta demanda.
Pero en ese
momento, tuve que “salir del paso”, poniéndome la empresa que me contrata al
hombro y, comencé a recorrer las mesas hablando con los abuelos (que
efectivamente, no habían comido los ravioles, a la luz de los platos llenos de
ellos).
Entonces les
comenté que se trataba de una “salsa tradicional griega” y que la cocinera
había olvidado de agregar un ingrediente a la misma, que calentaríamos en el
microondas (plato servido por plato), los que volveríamos a servir y…
que los invitaba (muy amablemente) a degustar ese plato internacional a
base de ravioles de verdura.
Calentamos
nuevamente y servimos plato por plato a cada abuelo y… todos comieron “la
misma comida servida previamente”, sin agregado de nada.
Sólo fue
necesario “atenderlos y explicarles amable y claramente”, de qué se trataba el
menú de la noche.
No podemos ponernos a discutir detalles técnicos con una persona que siempre “vivió de otra forma”. No se trata de engañarlos sino de “convencerlos” de la idoneidad, seriedad y cariño del equipo que los atiende. Cuando los abuelos “te adoptan”, se terminaron los problemas porque ellos confían en vos. No hay que defraudarlos.
Otra anécdota:
Llego a las 10 de la mañana al Hogar Residencial y, una enfermera me dice que, la hija de una residente (que se moviliza en silla de ruedas desde hace 5 meses, luego de un ACV leve), estaba enfurecida porque a su mamá le daban un “menú astringente”.
Me acerco a
hablar con la señora, le digo quien soy y cuál es mi función y… escucho el
reclamo de la misma. Luego le pregunto respetuosamente;
_Señora,
¿qué es una dieta astringente?
_No sé
exactamente qué es eso Doctor, pero… el mismo nombre ya me molesta y no quiero
eso para mi mamá.
_Mire,
si me permite, le voy a explicar qué es una dieta astringente y por qué
prescribo eso para su mamá, porque lo que no quiero es que se deshidrate y que
tengamos que evacuarla a la clínica nuevamente, para hidratarla
intravenosamente. Eso me parece que es evitable, especialmente el mal momento
que atraviesa la abuela cada vez que se hace necesario elevar la complejidad de
atención alimentaria.
La señora es
actualmente una de mis pacientes particulares, siguiendo un tratamiento pro
estético de adecuación de su peso, aprendió muchísimo de nutrición en los
últimos meses y, su mamá ya camina sin ayuda y… está dando dos vueltas a la
manzana por día.
Sólo fue
necesario “atenderla y explicarle amable
y claramente”, de qué se trataba el principio nutricional aplicado a las
necesidades de su madre.
Hipótesis 37:
“Las instancias de contralor operativo sugeridas, asociadas a la documentación oportunamente mencionada son:
1) Jefe
Médico del Equipo Profesional Interdisciplinario.
2) Jefe
del Servicio de Alimentación.
3)
Supervisor de la Coordinación y Calidad de los Servicios.
4)
Encargados (enfermería, cocina,
mantenimiento, portería y encargados generales).
5) Enfermeras.
6)
Auxiliares (de cocina, enfermería,
maestranza y mantenimiento).”
El puesto de Supervisor
de la Coordinación y Calidad de los Servicios, se encuentra en la mitad de
la cadena de controles, pues es el encargado de coordinar y
garantizar la calidad de los servicios de Sanidad, Alimentación, Sociales y de
Hotelería que, siempre es el centro de las expectativas de los
residentes y de los clientes.
Por esta razón,
el gerente mencionado en el número 3, deberá tener la jerarquía suficiente como
para disponer la maniobra hotelera y solicitar la concurrencia de los otros
servicios, en atención de un paciente determinado; así como también deberá
tener la autoridad suficiente, como para sancionar a aquellos que no
desarrollen sus actividades en tiempo y forma, o presentar el informe que
entendiese corresponder, en la forma de Acta Informativa, en aquellos casos en
que la presunta anomalía fuese relativa a un superior, en la escala jerárquica
propuesta. Este puesto, es el encargado de la satisfacción total del cliente, y del bienestar general del paciente.
La comida puede ser muy buena pero, si no está servida en el marco de una adecuada hotelería, siempre dejará gente disconforme. En igual forma, el servicio en la habitación de aquellos internos imposibilitados para el movimiento, deberá ser minucioso y personalizado, desplegando todo el potencial humano y edilicio disponible para lograr su confort, atento esto a la Hipótesis 7 de este mismo trabajo.
Hipótesis 38:
“Es sumamente
importante “definir científicamente”
el perfil institucional. En este orden la “atención
clínica gerontológica” ocupará el tope de estos servicios, y la atención
dietoterápica tendrá el lugar que los directivos le asignen, pero
invariablemente deberá estar presente en el equipo multidisciplinario, por
razones obvias relativas a la vital actividad de la alimentación humana, por lo
expresado en la Hipótesis 5, y por las razones jurídicas, impulsadas por la
Ley Nacional 24.301, y su correlato reflejado por las leyes provinciales
respectivas”.Hipótesis 39:
“Prever en el marco de las operaciones cotidianas o normales, la necesidad del “DECRETO”, de carácter TEMPORAL, CON TIEMPO ESTABLECIDO (CTE) o de carácter DEFINITIVO, y quienes puedan redactarlo y ponerlo en vigencia, ante razones extraordinarias surgidas en el marco de la cotidianeidad, con el objeto de facilitar las operaciones tendientes al bienestar de la población o de algún paciente en particular, por expreso pedido especialmente documentado de un cliente, en representación del paciente, o por necesidades que establezcan urgentes respuestas. Estas decisiones, generalmente, vulnerarán las normativas establecidas, por lo que será necesario establecer claramente quién será la autoridad responsables del cambio conceptual que establecen las normas, y la documentación de respaldo necesarias, ante la posibilidad de tener que responder formalmente ante demandas que se opusieran desde lo contractual.”
Una vez trabajaba en un establecimiento geriátrico de carácter abierto, de baja complejidad y con pacientes sanos. La norma establecía la prohibición de relaciones particulares entre los pacientes, que fuesen más allá del intercambio en juegos y en la convivencia comunitaria. Estaba prohibida la formación de parejas. Determinado día Ramón y Estela me cuentan lo que evidentemente estaba pasando. Tomo el caso y lo elevo al Gerente de Turno, quien lo presentó a la Comisión Directiva en presencia del Equipo Interdisciplinario. Por votación resultó necesario establecer el “decreto” que habilitaba a los abuelos mencionados a desarrollar su relación, en el marco interno del establecimiento, sin limitaciones de horarios ni lugares, ante lo que, ambos con las familias de acuerdo, decidieron vivir juntos en la misma habitación.
Hipótesis 40:
“Podría eventualmente, ser oportuno
que, más allá del libro de quejas que el establecimiento tuviese, el paciente y
el cliente, en forma separada y con formularios distintos, puedan calificar al
personal del establecimiento. En forma personalizada o anónima, debidamente
separados los cargos jerárquicos de los auxiliares, con la modalidad
demarcatoria o con el desarrollo conceptual propiamente dicho, en valores
escalares numéricos, alfanuméricos o alfabéticos”.Esta calificación otorga a las autoridades una cosmovisión ampliada que apoya o se opone a las observaciones desde la gerencia. Además, motiva al personal a esforzarse en busca de la excelencia, o de que las autoridades lo alejen del cargo. Es muy interesante conocer la opinión del cliente y del paciente, siempre que se desee caminar hacia la excelencia en el servicio.
Que Dios nos
bendiga.
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