San Cayetano del Mar
Fundación 16 de Octubre
Todo lo que damos…
vuelve.
Mar del Plata, 22 de febrero de 2019.
Sr. Presidente de la Nación Argentina
Ing. Don MAURICIO MACRI
S / D
Una vez más, lo molestamos
con esta inquietud de nuestra Fundación, a la luz de la importancia que le asignamos
al contenido de esta idea en relación a las necesidades de la Salud Pública de
nuestra nación. Contrariamente al caso de anteriores
cartas, Señor Presidente, ésta será de carácter público, y por ello estará a
disposición de quien quiera leerla, 48 horas después de ser enviada.
Iniciamos diciendo que la EDUCACION ALIMENTARIA y NUTRICIONAL (en adelante EAN), en todas las escuelas
del territorio nacional, por sus efectos, debería ser elevada al rango de “política
de estado”, por el altísimo valor estratégico y especialmente
productivo de sus aportes, razón por la que entendemos que, claramente, resulta
de incumbencia de la máxima autoridad de nuestra nación.
Continuamos diciendo que, de verdad, no
espero que Usted comprenda la importancia de estos conceptos. Ya tenemos habida
cuenta del enorme esfuerzo realizado para “alcanzar
las esferas operativas del gobierno” que, probablemente tal como es su caso,
sean víctimas de la falta de EAN durante sus tres primeros ciclos educativos.
Digo ésto porque, Usted no respondió anteriores cartas que le envié, o bien,
quienes filtran la correspondencia tienen las mismas carencias educativas
previamente mencionadas, lo que claramente no es culpa de los actores sino del
entorno educativo que nos contiene.
La IDENTIDAD ALIMENTARIA, Señor
Presidente, este nuevo DERECHO HUMANO presentado
ante la OMS el año pasado, que es una “idea argentina” que ha movilizado a funcionarios de diferentes
países es, en mi opinión, parte del “CAMBIO” que muchos de nosotros
votamos. Si Usted comprendiera la IMPORTANCIA ESTRATÉGICA DE LOS ALIMENTOS
y la necesidad imperiosa del autoconocimiento de su propia operativa
fisiológica, que tiene cada una de las personas de nuestra nación y del planeta
en general, podríamos pensar razonablemente que “es posible” cambiar la “matriz
social” de nuestra nación, con todo lo que ello implica. Esto nos llevaría
unos 7 años, luego de establecida la obligatoriedad de la materia en el
territorio nacional pero… a los 2 años del dictado de la misma, el “derrame conceptual” en cada uno de los
hogares de los alumnos, mostrará claros indicios de positivos cambios en la
Salud Pública y en la productividad en general.
No sé, ciertamente, si esta carta
llegará a sus manos. Pero… como no tengo otra opción, voy a suponer que sí lo
hace. En ese caso le digo que, más allá de mi derecho como ciudadano a plantear
una necesidad ante su Presidente, en mi caso particular le comento que yo lo
voté a Usted, y en el mismo orden le digo que, por estos días, no lo
volvería a votar, porque no tuve respuesta a planteos coherentes, con
bases científicas y de sentido común contundente, distantes de la conveniencia
personal y necesarios para la nación argentina. Esta Fundación, Señor
Presidente, no tiene subsidio alguno, y funciona con mis pensiones de Veterano
de Guerra de Malvinas; así es como investigamos y trascendemos las fronteras
con nuestras ideas; así operamos la logística de la alimentación diaria de
quienes comen en las calles y… así apoyamos el arte especialmente de los más
jóvenes. No quiero que nos dé dinero. Quiero que me escuche, que me deje
explicarle en 20 minutos la URGENTE NECESIDAD DE EAN, y
finalmente, que me permita mostrarle lo contraproducente
que es ignorar la importancia de la alimentación en la vida de los seres
humanos, sobretodo ahora, que vamos camino a vivir 100 años.
Una muestra del peligroso estado de
ignorancia en materia alimentaria y nutricional que nos contiene, Señor
Presidente, en mi opinión, es justamente la actitud de nuestros mandatarios (Gobernadores, Legisladores, etc.), ya
que si comprendieran el TREMENDO PERJUICIO que causan en la
población las publicaciones escritas y multimedia de dietas hipocalóricas y/o
cetogénicas (todas ellas importadas de Mitolandia)… prontamente tomarían las
medidas para apoyar este proyecto, porque el vacío legal se llena con derecho
positivo y… la IDENTIDAD ALIMENTARIA es uno de ellos.
Yo tengo su edad, algunos meses menos (cumplo en septiembre), y mi
autoconocimiento fisiológico me permite atenuar la prematura oxidación que
afectaría severamente mi productividad, considerando las tareas (también los errores, excesos y carencias
frecuentes en la especie humana), que he tenido durante todos estos años.
Si a mi persona le sirve ésto, puedo conjuntamente con mis colegas
Nutricionistas, asegurarle que a todos los ciudadanos le será útil este tema,
lo que redundará en múltiples beneficios para los diferentes estados que
estructuran a nuestro país.
Al respecto, Señor Presidente, la
ciencia de la Nutrición, la más básica de las ciencias relativas a la vida en
general, en el marco de los seres humanos se ve “severamente condicionada” por la falta de educación pertinente.
Considere Usted que, nosotros no apelamos a medicamentos, y que la tarea en
salud se apoya en un “trípode”
formado por el PACIENTE, LOS ALIMENTOS y LA PROFESIONAL. En
pocas palabras podemos decir que, se trata de una especialidad donde el
remedio, prácticamente, lo “hace el
paciente”. Póngase, por favor, un momento en mis zapatos y observe lo que
nos sucede diariamente cuando… el paciente no tiene formación alguna al
respecto de sus propias necesidades alimentarias. Evidentemente, nuestra nación
(y las naciones del mundo), se ven
condenadas a una importante tasa de fracaso en los tratamientos dietoterápicos,
lo que repercute severamente en la productividad de las comunidades en general,
y se refleja ciertamente en la creciente obesidad infantil y en la pandemia del
síndrome metabólico que desciende desde el norte, entre otras patologías
relativas a la alimentación.
En este caso, Señor Presidente, ya que
estamos y proponemos “hacer un cambio”,
este
esfuerzo debe ir en la más conveniente de las direcciones. Como Usted
puede ver, NO ALCANZA CON LA MERA EDUCACIÓN NUTRICIONAL, sino que es
necesario (a la luz de lo expuesto), educar
a los ciudadanos de nuestra nación en temas relativos, curriculados
y sistemáticamente (didácticamente)
expresados, al respecto de las necesidades alimentarias de SU PROPIA FISIOLOGÍA, lo
que constituye el nuevo derecho humano que denominamos IDENTIDAD ALIMENTARIA,
que los estados correspondientes deben garantizar para cada ciudadano.
La IDENTIDAD ALIMENTARIA, Señor
Presidente, es en nuestra opinión, un derecho de 2da y también de 3ra
generación, que emerge como IMPORTANTE en el horizonte de
nuestro tiempo, y como URGENTE en el contexto socio laboral
que nos contiene y prolonga el momento del retiro.
Esta materia (que naturalmente es un “eje transversal” por su necesaria presencia), debe
ser entonces una MATERIA TRONCAL, a la par de matemática y prácticas del
lenguaje y, a la vez, una POLITICA
DE ESTADO, por su importancia estratégica y porque es básica para el
inicio y la progresión de las actividades del hombre. Y ahora, Señor
Presidente, desde la República Argentina vamos un poco más allá y le decimos al
mundo que, la IDENTIDAD ALIMENTARIA ES UN DERECHO QUE TIENEN LOS CIUDADANOS, a conocer sus propias
características fisiológicas, para luego autogestionarlas cotidiana y primariamente
en acuerdo con la 4ta Ley del Dr. Escudero.
La EAN es entonces, Señor Presidente, UNA
FORMA DE EMPODERAR A LOS CIUDADANOS CON INFORMACION VITALMENTE UTIL.
Una forma de potenciar la calidad de vida de los vecinos de cada localidad de
nuestra patria, lo que se verá reflejado en la productividad creciente que
requiere el cambio que imperiosamente necesitamos, para extinguir de una vez y
para siempre, los “ciclos socioeconómicos”
que desbastan los sueños y los esfuerzos de nuestros compatriotas de buena
voluntad.
Me decía un alto funcionario del área de
Educación de la Provincia de Buenos Aires.
_Usted, como Profesor, debería saber que son más de 20 las asignaturas
que pujan por instalarse en la currícula formal y permanente.
Y pienso que sí, efectivamente creo que
muchas de ellas tienen razones para estar presentes en la educación. Como papá
de niños en escolaridad primaria, no puedo decir que la “educación para la seguridad”
no sea necesaria; lo mismo pienso de la “educación cívica”, de las “bases
y fundamentos del derecho”, de la “educación bilingüe y bicultural”, de
la “educación
financiera” y de la “educación sexual” (importante por la abundancia y facilidad
del acceso a la información). Digo lo mismo de la necesaria (muy necesaria)
“comunicación
asertiva”, importantísima para el cambio que necesitamos, etc. Pero… nada de ésto es posible sin la presencia sostenida de la
salud, porque la vida productiva es directamente proporcional a
ella y, porque la calidad de vida es una utopía sin
ella. Entonces, porque todo comienza y se desarrolla “con
la vida”, probablemente las materias mencionadas (y otras más) son urgentes, pero la EAN por lo expuesto, es imperiosamente
importante.
Señor Presidente, por lo expresado y por
varias razones más, la EAN debe ser elevada a la categoría
de “política de estado”, porque
nuestra nación merece vivir mejor; porque ésto es posible con la adecuada
educación y porque ahora la vida “se ha prolongado y debe ser digna”
para los ciudadanos y no una pesada carga para el Sistema Universal de Salud.
Porque necesitamos aspirar a una mayor productividad y, simplemente, porque es
necesario enseñar a los argentinos que… la alimentación es cosa seria.
Respetuosamente le digo, Señor
Presidente, de verdad deseo que me convenza de la necesidad de votarlo
nuevamente, camino a consolidar un cambio que indiscutiblemente necesitamos.
Nuestra Fundación está a su disposición
para lo que entendiese corresponder.
Muchas gracias. Que Dios lo bendiga.
Prof. Lic. Eduardo Castro
MP:
1613
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