viernes, 15 de octubre de 2010

ExNut I

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Fundación SAN CAYETANO DEL MAR
Legajo Pers. Jurid. 176562
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EXTRACTIVOS NUTRICIONALES I (ExNut)
Por el Lic. Eduardo Castro

Como de costumbre, lo que sigue es una estructura ideológica (una idea sinérgicamente contrastada) que enuncia una posibilidad que se sumaría al campo de la Nutrición, a partir de determinados principios existentes en los alimentos. No es nada más que eso.

Sin duda es altamente recomendable el trabajo del equipo multidisciplinario. Es claro que un buen equipo genera el mejor aporte que cualquier paciente pueda obtener, concretamente, desde el punto de vista de la nutrición, si bien no hay profesional más capacitado en el manejo de alimentos, sus “trucos” y detalles, que el Lic. Nutrición (por trayectoria y entrenamiento académico), el trabajo aislado de este profesional encuentra concretas limitaciones a la hora de combatir hechos reales, como son la imposibilidad de “movimiento” de parte de algunos pacientes o el estadio de ansiedad por el que pasa todo dietante. Es claro que la farmacología allana un sinnúmero de vías de escape de estas problemáticas y, la carencia del acceso legal a ella o el inconveniente que refiriese el paciente a estas prácticas, nos pone en la senda de la búsqueda de las soluciones paliativas pertinentes, a los alcances exclusivos de nuestra ciencia. Por consiguiente, partiendo de la base que la industria farmacológica se nutre de extractos provenientes de la naturaleza, entre ellos una gran cantidad de alimentos vegetales o animales, compete legal y formalmente a nuestro campo, la acción que busque exacerbar aquellos principios que dan origen a muchos fármacos, como lo son en este caso, los ExNut.

Es lícito y tenemos probado en campo que es también muy expeditivo, el empleo de extractivos nutricionales a partir de alimentos, que debidamente concentrados y antes de escapar (producto de su concentración y de sus potenciales combinaciones) a nuestro “espacio de trabajo”, sea empleado en el trabajo de la Lic. en Nutrición aislada (geográficamente hablando), por razones operativas o de fuerza mayor. En el caso que exponemos se observa como es altamente conveniente que, antes de aplicar la medicación, se hubiese probado su respuesta desde el nivel alimentario, por cuanto fue posible observar tempranamente la respuesta del paciente y su probable progresión en un eje de tiempo, considerando el caso de esta “enfermedad rara” que elegimos. Al respecto invitamos a ver el caso 1, que exponemos en los anexos prácticos incluidos en la carpeta del mes de setiembre de este Blog.

Si jugásemos semánticamente por un momento, podríamos decir que originariamente, una infusión y un caldo son (considerando su origen, no su contenido) dos cosas casi iguales. En este orden diremos que el horizonte de empleo de ambos es amplísimo, desde energizante al extremo opuesto, sedante, desde lo anorexígeno a lo hipernutritivo, y desde lo “claro” o liviano a lo expresamente reducido, y el hilo conector de esto es que en todos los casos el procedimiento fue análogo y el objetivo fue exacerbar determinadas características que, de acuerdo a su procedencia, sabemos que encontraremos en determinados alimentos,luego del proceso de “caldeo” correspondiente. En algunos casos serán “boosters” y en otros casos ralentadores, pero siempre este extracto (solo o como base) buscará un objetivo que, como decíamos previamente, podría anticipar la tolerancia y la conveniencia del efecto farmacológico de una futura intervención médica.

También y al respecto, sugiero la posibilidad de “generación” y “provisión” (bajo normas bromatológicas estrictas de factura, conservación y traslado, y en total acuerdo a las ordenanzas locales respectivas), de parte del Lic. Nutrición como principal responsable, de “bases alimentaria” (en forma de caldos, por ejemplo), que contuviesen determinados principios alimentarios, tales como los que presentaremos en los ejemplos que a continuación exponemos. Aquí una vez más propongo mi respetuoso desacuerdo, con relación a determinadas dietoterapias de tratamiento patológico, me refiero a casos avanzados del segundo nivel de salud como una falencia renal o una hepatopatía avanzada, que son casos ambulatorios, a los que damos la responsabilidad de generarse su propia comida, lo que creo que es altamente inconveniente y justamente, es uno de los motivos por los que trabajo en esta organización científica solidaria. En otras palabras, es el propio paciente quien genera su remedio, sin control del profesional tratante, lo que dicho en palabras de mi Maestra, la Dra. Katz, "QUIEN CUIDA AL CIUDADOR?".

Son solo ideas que vemos diariamente funcionar. Quiera Dios que les sirvan.

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