-62) Las Virtudes Cardinales y el tratamiento
dietoterápico
por el Prof. Lic. Eduardo Castro
Hace años,
desde nuestra Fundación, que venimos trabajando en el marco de lo que llamamos NEO
NUTRICIÓN, que no es otra cosa que una nueva mirada al viejo paradigma,
buscando establecer nuevas herramientas que faciliten el avance por nuevos
caminos, de nuestra ciencia en pos del servicio a las personas que habitan
nuestro planeta.
Entonces, la
práctica clínica diaria nos lleva a buscar nuevas herramientas que, de alguna
forma, nos ayuden a desarrollar el “apego” al tratamiento dietoterápico, una de
las tantas falencias que tenemos, porque el trabajo de la Nutricionista, se complementa
con el accionar del propio paciente, formando un equipo junto a la profesional,
incluso el entorno del paciente (su medio
familiar), es una parte importante
de este equipo. Si uno de ellos fracasa, el objetivo del trabajo queda relegado
al inicio del proceso o, a un lugar más complicado aún.
Muchas veces, a contrapelo de los placeres que
jalonan la vida de los hombres, la estrategia alimentaria desarrollada por el
profesional no llega a buen término, porque tácticamente (fácticamente) el paciente no está preparado para llevarla a delante
e… invariablemente (generalmente)
llega la deserción y con ello la necesidad de la farmacología o de la cirugía
que correspondiese. “Convencer” (emocionando si es posible), es tarea del profesional de la nutrición,
como paso inicial al producto final de su trabajo, el incremento en la calidad de
vida del paciente. Es necesario “meterse adentro del paciente para saber qué
le sucede”, y nombrar a las cosas con sus propios términos, para
acortar distancias, ganar su confianza y consolidar el equipo que
formaremos desde ese momento, apelando si fuese necesario a herramientas tales
como la teoría de las Inteligencias Múltiples del Dr. Howard Gardner (recordamos los Tipos de Inteligencia:
lingüístico-verbal,
lógica-matemática, espacial, musical,
corporal kinestésica,
intrapersonal,
interpersonal y naturalista).
Siempre algo de esto se destaca en el individuo (lo que observamos desde la anamnesis misma), constituyendo un pilar
desde el cuál es posible establecer la estrategia dietoterápica. Claro que los
tiempos disponibles para la anamnesis alimentaria siempre son exiguos, siempre
falta tiempo y nos quedamos sin la información necesaria, por cuanto se impone
observar otras herramientas, las cuales podemos combinar hasta obtener el
arsenal necesario para desarrollar efectivamente el cambio de hábitos
alimentarios, en forma permanente y de acuerdo a las características
particulares del paciente.
Este tema
del incentivo estratégico que deviene del Profesional de la Nutrición, es para
nosotros tan importante que, en nuestras hipótesis del portal www.fsancayetanodelmar.org,
proponemos a modo de hipótesis, nuestra propia teoría de la génesis humana,
con detalles particulares de cada grupo de individuos en relación a
nuestra ciencia. Puede Usted buscar sus
características, es la número -50) de fecha 20 – 09 – 2012. Es un
trabajo que data de 1982, momento en que, como integrante del Ejército
Argentino, tuve el honor de participar de la defensa de nuestras Islas
Malvinas, momento más que oportuno para observar el comportamiento de los seres
humanos, involucrados en una situación límite que les desnudaba el alma. El
trabajo se llama -50) “Planificación Familiar y Nutrición”, y podría ser
interesante para Usted, acceder al mismo e imprimirlo para cotejarlo con su
propio entorno vital.
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Las virtudes cardinales son, PRUDENCIA, JUSTICIA,
TEMPLANZA y FORTALEZA.
En nutrición, considerando que el
comer es un placer, y que el dominio de los placeres es muchas veces
complicado, sobre todo para aquellos que adquieren malos hábitos
alimentarios, y que no pueden alejarse de ellos, el conocer la descripción de FORTALEZA
por ejemplo, constituye un elemento “inicial”, que ayuda en el camino del
cambio de hábitos. En el caso de la JUSTICIA, quiero citar la necesidad
de tomar conciencia de la importancia de nuestra salud para otras personas, por
ejemplo, nuestra familia, que puede sufrir al vernos doblegados por un mal
hábito que socava nuestra salud día a día; es justo entonces que ellos nos vean bien.
En lo personal sostengo que, la
“belleza de las personas” (y me
refiero a su imagen, concretamente),
tienen que ver con el reflejo del estado de salud de las mismas y… este tiene
una relación directamente proporcional con la FORTALEZA, por ejemplo (entre
otras variables, claro), por citar a una
virtud que trasciende el somatotipo individual, para “dar brillo” a la
condición particular de cada individuo humano, es decir que, claramente, la FORTALEZA
ilumina el ser de cada persona, y no hay maquillaje que puede superar a esta
belleza individual, la cual es francamente apetecible en el mundo del trabajo y
en las relaciones personales.
La Prudencia
es la virtud
de actuar de forma justa, adecuada y con cautela, definida por los Escolásticos
como la recta ratio agibilium, para diferenciarla del arte recta
ratio factibilium. También se entiende como la virtud de
comunicarse con los demás por medio de un lenguaje claro, literal, cauteloso y
adecuado, así como actuar respetando los sentimientos,
las características particulares, los tiempos, la vida personal y las libertades
de las demás personas. Actualmente se ha impuesto el significado de
actuar con precaución para evitar posibles daños. Más allá de otras
consideraciones, para el caso, vale, si consideramos que es prudente observar una adecuada conducta alimentaria, por ejemplo.
En la doctrina cristiana, la Justicia es una de las virtudes cardinales, cuya práctica establece
que se ha de dar al prójimo lo que es debido, con equidad y respecto a los
individuos y al bien común. Simplemente, hacer lo que
corresponde en concordancia con un criterio moral, acorde con las buenas
costumbres, en función del bien de las personas y de toda la comunidad. Ya mencioné un ejemplo de justicia, puede Usted buscar otros.
La Templanza
es la virtud
moral que regula la atracción por los placeres, y procura el equilibrio en el
uso y disfrute de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad,
fortaleciendo mediante su ejercicio el control sobre los instintos
y manteniendo los deseos en los límites de la solidaridad.
Junto a la Fortaleza, son poderosos artífices de la belleza humana,
donde lo estético es absolutamente natural, más allá de la edad, del BMI, de la
ropa o del perfume que usara un individuo. Ambas son fuente de belleza
universal, pues no hay mayor brillo que el que la dignidad humana otorga a una
persona.
En la doctrina cristiana (que podemos momentáneamente compartir con
cualquier otra creencia, con el fin de establecer esta herramienta de salud que
estamos forjando juntos), la Fortaleza es una de las virtudes cardinales que consiste en vencer el temor y huir de la
temeridad. La fortaleza asegura la firmeza en las dificultades y la constancia
en la búsqueda del bien, llegando incluso a la capacidad de
aceptar el eventual sacrificio de la propia vida por una causa justa. Aquí está
uno de los secretos de la más pura belleza humana.
Finalmente, es lícito apelar a
las potencia espirituales de los seres humanos, en el marco de una estrategia
de salud, considerando que la misma es un “todo integral”, y esta es la razón
de estos conceptos que, más allá de sus creencias (no importa el dogma, si a Usted le hace bien y no lastima a nadie,
adelante…), nos van a ayudar en el intento de mejorar la calidad de vida de
quien lee estas líneas. Quizás llegue un día, que yo seguramente no veré, en que no se admita un proceso de salud determinado (incluso obligado por las OOSS), sin la presencia de un sacerdote, de un pastor o de un rabino, entre otros líderes espirituales.
Vale la pena el cambio de hábitos
alimentarios, si fuese necesario, hacia una dieta plena de nutrientes que
soporte adecuadamente su momento biológico. Estas herramientas podrían
servirle. Que Dios lo bendiga.