jueves, 4 de julio de 2013

-64) Intervención Nutricional


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Fundación San Cayetano del Mar

-64) Intervención Nutricional (Hipótesis) 
                                                                                      
                                      Prof. Eduardo Castro

1) No podemos irrumpir abruptamente en la vida del paciente. Es conveniente recordar siempre que, la particularidad de nuestra especialidad, generalmente y en condiciones normales, es el autodesarrollo de la prescripción dietoterápica, lo que implica que el mismo paciente o su entorno cercano, materializará la estrategia. Es pertinente agregar que, la comida es también un placer, y que esto contribuye a fijar habitualidades que no siempre son convenientes para la salud, pudiendo afectar la voluntad de cambio del paciente, lo cual es claramente negativo para el proceso de incremento de salud que nos proponemos.

Es notable la gran deserción que existe en la consecución de planes dietoterápico, por cuanto es conveniente observar la posibilidad de estructurar el desarrollo estratégico, con el objeto de dar mayor contundencia y precisión a nuestro trabajo.

Por estas razones, entre otras, es necesario establecer un vínculo con el paciente, partiendo desde la anamnesis, tal que facilite el desarrollo programado, en la mejor forma que fuese posible. La exposición en fases correlativas, permite observar la escalada que incrementa la relación paciente/profesional, cual es el objetivo de estas hipótesis.

2) Anamnesis en la primera consulta:

Etapas del incremento relacional: A) CONEXIÓN (saber quiénes somos). B) COMPRENSIÓN (entender claramente qué sucede). C) ESTABLECER UN EQUIPO DE TRABAJO (dar marco a la estrategia que desarrollaremos  y, generar sensación de pertenencia a un equipo que tiene un objetivo determinado). D) PRIMEROS PASOS EN EL CAMBIO DE HÁBITOS (sencillas medidas iniciales tendientes a fijar nuevos hábitos saludables (agua, eliminar determinados alimentos, incorporar otros alimentos, etc.). Estos primeros pasos deben ser motivo de nuevas y movilizadoras sensaciones de bienestar, de forma que involucren y creen la necesaria expectativa con relación a la segunda visita al consultorio). Como se trata de un desarrollo “adecuado”, es claro que generalmente este estará listo para la segunda consulta. Consideremos que recién conocemos al paciente y que es prudente desarrollar la necesaria “ingeniería de la estrategia dietoterápica” contando con la posibilidad de reflexionar y adecuar la selección y las cantidades alimentarias, tanto como las oportunidades de ingesta y las características de las mismas. La observación nos dice que, en la mayoría de los casos, con sólo ordenar básicamente la alimentación, se obtienen los primeros indicios de incremento en la calidad de vida (mejora el sueño, mejora el BMI, etc).

 3) PREPARACIÓN DE LA INTERVENCIÓN: Afianzar la conexión. Esto es generalmente posible en el segundo contacto con el paciente. Ya contamos con una fase inicial que nos permite obtener micro resultados, que nos revelarán otras características del paciente.

FASE INICIAL: Entrega y explicación de la “estrategia primaria”. Consideremos que siempre es necesario una estrategia de base, que facilita la llegada de una estrategia definitiva y, que acompañe con éxito el empeño de los nuevos hábitos. Justamente, iniciamos diciendo que no es conveniente “irrumpir en la vida del paciente y su familia”, sino que es necesario “forjar un vínculo” que al incrementarse con el tiempo, asegure el mejor desarrollo de la estrategia diseñada.

 4) FASE OPERATIVA: Instalación de la estrategia dietoterápica definitiva, adecuada y “ajustada” a las posibilidades que conocemos que tiene el paciente. De otra forma, generalmente es una utopía pensar en el éxito de un plan, más allá de que técnicamente este sea impecable. Esto tendría lugar, generalmente, en el tercer encuentro con el paciente.

 5) OBSERVACIÓN DE RESULTADOS Y AJUSTES: Ya hay resultados y pueden ser evaluados y analizados, sean estos positivos o negativos. Los ajustes serán procedentes, en virtud de las necesidades del paciente, a la luz de sus posibilidades, en general.

 6) CONCEPTOS FINALES: A) La estimación de tiempos es siempre importante y hay que ser prudente en estos conceptos, para evitar dañar la credibilidad del profesional. B) Los resultados deben ser contundentes. El paciente ha pagado por un servicio y merece tener los resultados que buscaba. C) Si no es posible lograr el objetivo, probablemente sea necesario explicar al paciente la necesidad de recurrir a otro profesional, ya que muchas veces, por razones naturales, no es posible establecer el vínculo (cuanticualitativamente observado), y esto impide la llegada a los objetivos planteados, sin que esto se relacione con la calidad del profesional actuante. De otra forma el paciente perderá su tiempo y, en algunos casos, podría poner en serio riesgo el restablecimiento de su salud.

 



 

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